En un escenario económico marcado por la incertidumbre, con una inflación persistente y la pérdida de poder adquisitivo en buena parte de la población, resulta especialmente llamativo el crecimiento del mercado del lujo. Mientras numerosos sectores han experimentado caídas en la demanda, las empresas del sector lujo han conseguido no solo mantener su actividad, sino incrementar significativamente su cifra de negocio. Esta situación ha despertado el interés de analistas económicos, que observan cómo el sector ha logrado aumentar su cuota de mercado incluso en un entorno de contracción generalizada del consumo.
Uno de los factores clave detrás de este fenómeno es la transformación en el perfil del consumidor. Los principales mercados del lujo ya se expanden hacia economías emergentes como China, India o Brasil. Estos nuevos consumidores, con importantes recursos buscan productos de alta gama como símbolo de estatus, pero también como expresión de un estilo de vida sofisticado y aspiracional.
Asimismo, las empresas del sector lujo han sabido adaptarse con agilidad a las nuevas dinámicas del mercado, apostando por una hoja de ruta centrada en la experiencia de cliente. Han desarrollado propuestas que van más allá del producto en sí, generando un concepto de marca que apelan a las emociones, los valores y la sensación de exclusividad. Esta capacidad de ofrecer experiencias personalizadas y diferenciales ha sido clave para fidelizar a un público global cada vez más exigente. En este contexto, el lujo se consolida como una categoría económica en expansión y un fenómeno cultural con un papel protagonista en la evolución de los hábitos de consumo.
Importante nicho de mercado para las empresas
Los fabricantes y distribuidores de productos de lujo han vivido este año una realidad diferente a la del resto de empresarios. El mercado del lujo ha sorteado airoso la crisis con un gran crecimiento y un registro histórico de ventas.
Ropa y Cosméticos
Las marcas de lujo en el sector de la moda han cumplido todos los objetivos que habían previsto para el cierre del año, llegando incluso a superarlos. La ropa y los complementos se han convertido en los productos más solicitados dentro de la industria del lujo en todo el mundo. Según el último estudio realizado por la consultora Bain & Company sobre el mercado de bienes de lujo, las prendas de vestir experimentan un crecimiento del 8% y la previsión de crecimiento en el consumo de perfumes y cosméticos es del 3%. Los buenos datos han llevado a empresas del sector como Puig, compañía de perfumería y moda de lujo, a querer comprar Valentino Fashion Group, la firma de moda italiana de lujo por excelencia, después de vender algunas de sus marcas de gama media o baja como Lactovit, Kinesia y Denenes. La estrategia es ganar presencia en el mercado de firmas gama alta en el que ya cuenta con las marcas Nina Ricci, Paco Rabanne, Jean Paul Gaultier y Carolina Herrera.
Coches
Según datos de la Asociación Española de Automóviles y Camiones, ANFAC, las ventas de coches de alta calidad y lujo han aumentado un 83% en 2011. Además, las matriculaciones con precios entre 60.000 y 100.000 se han duplicado y han llegado a venderse 2.456 ejemplares de la gama más alta. El grupo Volkswagen se ha consolidado durante el pasado año como el segundo mayor fabricante de automóviles del mundo, solo superado por General Motors, consiguiendo vender más de ocho millones de vehículos. Por su parte, Rolls- Royce, ha alcanzado el mayor volumen de ventas de su historia, con 3.538 unidades, superando su último récord en 1978.
Joyas y Viajes
Otros productos y servicios como son las joyas y viajes han jugado también al alza este pasado año. Mientras Tiffany´s, expertos del sector de la joyería mundial, abría su segunda tienda en España y veía como sus ventas se incrementaban, decenas de pequeñas joyerías se han visto obligadas a cerrar sus puertas. Lo mismo ocurre con los viajes, mientras el español medio se ha visto obligado a reducir su presupuesto para viajar o a cancelar sus vacaciones, la facturación de Nuba Viajes, líder español en viajes exclusivos, ha crecido un 18%. Así lo confirma el hecho de que los cruceros de lujo hayan crecido un 20%, aunque en estos últimos días se hayan embarrado las expectativas por el naufragio de uno de los barcos de Costa Cruceros. El consumo de productos de lujo requiere cada vez mayor exclusividad y no se limita a coches, joyas o ropa; además de productos exclusivos, también busca “experiencias y vivencias de lujo”, impulsadas por acciones de marketing operativo, como servicios de bienestar y viajes exóticos.
No se venden productos, sino sensaciones. El modelo de negocio del mercado de lujo ha sabido adaptarse perfectamente a las nuevas tendencias del marketing y ventas ,para ofrecer al cliente junto con el producto las sensaciones que pueda percibir. Hacer sentirse a su base de clientes únicos y poseedores de la exclusividad son algunas de las cualidades que han propiciado el crecimiento del sector superando las barreras económicas, en detrimento de la clase media que se ha visto reducida, lo que considero un hándicap para la economía del país.
Este fuerte repunte del sector del lujo, se debe en parte a que los productos del mercado europeo son un 35% más baratos que en el mercado chino y en Asia en general por los aranceles a la exportación y que los extranjeros procedentes principalmente de economías emergentes de regiones clave como China, Rusia o Corea están exentos de pagar el IVA. El consumo de lujo se relaciona con la calidad de vida, con una cultura y con la conexión a otras personas. Va más allá de un precio elevado, y es que muchos de los que hoy son grandes consumidores del lujo comparten las palabras del Director Creativo Christophe Lemaire: “El lujo no es ostentación, es una sensación”.