¿Qué es la ciberseguridad?

¿Qué negocio no tuvo la necesidad de adaptarse al cambio que significó la crisis del COVID? Ninguno, o muy pocos. ¿Cuántos de ellos sabían qué es la ciberseguridad y su importancia? Muy pocos. Este cambio fue como un jarro de agua fría para muchas compañías que tuvieron que acoger nuevos instrumentos de trabajo como trabajar en la nube, aplicaciones colaborativas, redes sociales y por supuesto, las videollamadas.

Sin embargo, al tener que hacerlo apresuradamente no se preocuparon de muchas cosas que no tenían en consideración, como por ejemplo la ciberseguridad. La desesperación por mantenerse competitivo generó un caldo de cultivo ideal para desarrollar incidentes de ciberseguridad.

Si bien el proceso de transformación digital permite abrir nuevas oportunidades de negocios y ser más eficiente, también tiene un lado oscuro y posibles amenazas: protegerse en un ambiente totalmente nuevo y desconocido para muchos de los que se incorporaban a Internet en ese momento.

A continuación te explicamos qué es la ciberseguridad empresarial, por qué es tan importante y cuáles son los mecanismos de ataque de estos depredadores virtuales.

La importancia de la ciberseguridad

Para ponernos en contexto, la ciberseguridad según Kaspersky es la práctica de defender las computadoras, los servidores, los dispositivos Para ponernos en contexto, la ciberseguridad según Kaspersky es la práctica de defender las computadoras, los servidores, los dispositivos móviles, los sistemas electrónicos, las redes y los datos importantes de ataques maliciosos.“ Tal vez no sentimos en qué nos podrá afectar, pero la realidad es que los ciberataques por semana en España han aumentado en un 61% según el informe “Cyber Attack Trends Mid Year 2021” de Check Point® Software Technologies Ltd.

La importancia de la ciberseguridad es fundamental, y no contemplarla como un pilar fundamental puede llevar a tu empresa a sufrir tres grandes consecuencias:

  1. Un gran revés económico: Se calcula que para este año tendremos cerca de 6 billones de dólares en daños. Los cuales se manifiestan en robos de propiedad intelectual, datos confidenciales, datos de acceso, interrupción de tareas comerciales o información interna de la empresa. ¡Además de tener que arreglar todo el sistema!
  2. Fiabilidad de la empresa: Resulta difícil confiar en una empresa que no puede garantizar redes seguras y por tanto, que los datos financieros y personales tanto de clientes como empleados estén seguros, y probablemente tengas un espacio en algún periódico digital pero no con cosas buenas. Resultará difícil fidelizar y captar clientes si se sienten inseguros acerca del robo de datos y de su información.
  3. Sanciones legales: Cada país también tiene una amplia gama de regulaciones en torno a la protección de datos. No cumplir estas normas o transgredirlas pueden derivar en multas que van hasta los 20 millones de euros o que suponen el 4% del volumen de la empresa.

Por lo tanto, la ciberseguridad es un must en todas las empresas y en todos los sectores. Es una amenaza creciente que se está aprovechando de los más débiles y son más ambiciosos con los más fuertes.

Incorporar herramientas de seguridad en tu entorno es algo que debería estar en plena consideración y que no ha de verse como un gasto, sino como una piedra base de tu empresa. Si lo haces bien, mantendrás a tus clientes y te diferenciarás de tu competencia al poder ofrecer confianza y fiabilidad en un entorno tan aparentemente frágil, algo cada día más difícil de conseguir.

¿Cuáles son los ciberataques más comunes?

Para poder protegernos, primero debemos entender cómo nos atacan. Los ciberdelincuentes no actúan al azar: utilizan técnicas cada vez más sofisticadas, automatizadas y segmentadas. Estos son algunos de los tipos de ciberataques más comunes:

Ataques de phishing

Probablemente el más conocido. Consiste en correos electrónicos o mensajes falsos con enlaces sospechosos que simulan ser de una entidad de confianza (bancos, proveedores, plataformas como Netflix, etc.) pero que en realidad son remitentes desconocidos con el objetivo de obtener datos sensibles como contraseñas o información financiera. Muchas veces tienen enlaces que llevan a webs falsas que imitan la original.

El phishing evolucionó en variantes como el spear phishing (dirigido a personas específicas) o el whaling (enfocado a altos ejecutivos), demostrando que existen brechas de seguridad elevadas.

Ataques de ransomware

Este tipo de ataque bloquea el acceso a tus sistemas operativos o archivos mediante cifrado, y el atacante exige un rescate (ransom) para devolver el acceso. El problema no solo es el secuestro de los datos, sino que muchas veces, incluso pagando, no se recuperan. Empresas de todo tipo han sido víctimas de este ataque: desde hospitales hasta cadenas de supermercados o ayuntamientos.

Ataques de denegación de servicio (DDoS)

Son ataques masivos que colapsan un servidor con tráfico falso, impidiendo el acceso real de usuarios. Esto puede dejar inoperativa una web durante horas o incluso días a nivel mundial, causando pérdidas económicas y afectando gravemente a la reputación.

Malware y spyware

Se trata de software malicioso diseñado para infiltrarse en sistemas sin el conocimiento del usuario. Puede tener distintos fines: espiar, el robo de identidad, destruir datos o abrir una puerta para futuros ataques dejando una considerable brecha de seguridad.

Ingeniería social

Más allá de lo técnico, muchos ataques se basan en la manipulación psicológica. El delincuente se gana la confianza de alguien dentro de la empresa para obtener acceso, muchas veces haciéndose pasar por alguien del equipo, un proveedor o un cliente. La clave aquí no es el sistema, sino el factor humano y sus vulnerabilidades conocidas.

La ciberseguridad como ventaja competitiva

Hablar de ciberseguridad ya no es hablar solo de medidas preventivas: es hablar de reputación, de confianza del cliente y de ventaja competitiva.

Las empresas que integran la seguridad digital dentro de su ADN operativo se protegen mejor y transmiten solidez, profesionalismo y fiabilidad. En un contexto en el que cada vez más decisiones de compra se ven influenciadas por la transparencia y la responsabilidad corporativa, ofrecer un entorno digital seguro libre de amenazas de seguridad marca la diferencia.

Además, las normativas como el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) en Europa han puesto la estrategia de ciberseguridad y protección de datos en el centro de la agenda empresarial. Cumplirlas evita sanciones pero también proyecta una imagen responsable y alineada con los valores actuales de los consumidores.

Buenas prácticas para fortalecer la ciberseguridad en tu empresa

Invertir en medidas de seguridad no implica necesariamente grandes presupuestos. En muchos casos, además de implementar software actualizados, lo más importante es cambiar el enfoque, formar a los equipos y adoptar hábitos simples pero efectivos para reducir los riesgos de seguridad. Aquí van algunas buenas prácticas que toda empresa, sea del tamaño que sea, debería considerar:

Formación continua

Los empleados son el primer muro de defensa. Ofrecer formaciones periódicas acerca del uso de herramientas de ciberseguridad como por ejemplo, saber detectar un phishing, cómo manejar contraseñas o qué hacer ante un incidente es fundamental.

Gestión de contraseñas

Evitar contraseñas simples, no compartirlas y usar gestores de contraseñas es un paso básico pero muy potente. También se recomienda el uso de la autenticación en dos pasos para reducir posibles riesgos.

Actualizaciones regulares

Tener sistemas, programas y software antivirus actualizados reduce considerablemente el riesgo de acarrear incidentes de seguridad. Muchas veces, los ataques se aprovechan de vulnerabilidades que ya han sido resueltas, pero que el usuario no ha actualizado a través de las medidas adecuadas.

Políticas de acceso

No todos necesitan acceso a todo. Definir quién accede a qué información, y limitar los permisos, ayuda a reducir el impacto en caso de filtración y amenazas externas.

Copias de seguridad

Realizar backups frecuentes en servidores seguros (idealmente fuera del entorno de trabajo) permite restaurar sistemas en caso de ataque y evitar pérdidas irreparables.

El futuro de la ciberseguridad: inteligencia artificial y automatización

La tecnología también se pone al servicio de la protección de datos bancarios, activos digitales etc. Actualmente, muchas soluciones de ciberseguridad utilizan inteligencia artificial para detectar comportamientos sospechosos en tiempo real y automatizar respuestas ante amenazas potenciales.

Estas herramientas no sustituyen la intervención humana, pero aporta consejos de ciberseguridad permiten reaccionar más rápido, con más precisión y menor margen de error.

Además, el uso de blockchain como tecnología de validación y seguridad en entornos descentralizados empieza a ganar terreno, especialmente en sectores como la logística, la salud o las finanzas.

Por lo que, la ciberseguridad ya no es opcional. No importa si tu empresa es grande o pequeña, si es tecnológica o tradicional: si estás en internet, estás expuesto a las amenazas digitales.

Y en ese escenario, no basta con reaccionar con parches de seguridad cuando ya ha ocurrido un ataque. La clave está en la prevención, la formación, la estrategia y la resiliencia. Proteger tus datos y cuentas bancarias, tus operaciones y la información de tus clientes no es un gasto: es una inversión en reputación, continuidad y diferenciación.

Recuerda: el 90% de los ciberataques exitosos se deben a errores humanos. Si logras crear una cultura de seguridad digital en tu empresa, estarás no solo un paso por delante de los atacantes, sino también de muchas de las empresas que aún subestiman este riesgo.

Equipo RMG®
Equipo RMG®
Post redactado por consultores del equipo RMG®, compuesto por profesionales motivados que combinan innovación y juventud con una experiencia sólida y madura en Marketing y Ventas.